Esta es la esfera que elegí para el reloj que le puse a la teja.
Como veis, está del revés porque una de las cosas que hay que tener en cuenta cuando el dibujo elegido contenga letras o números, es darle la vuelta con algún programa de fotografía para que, al pegarlo sobre el soporte en cuestión, nos salga al derecho.
Yo lo que hice fue, una vez que le había dado la vuelta, lo metí en el pen-drive, me lo llevé a la copistería y me sacaron una fotocopia a color.
La fotocopia tiene que ser así, de copistería, no sirve la impresora de chorro de tinta de casa, aunque creo que si tu impresora es láser sí te puede servir.
Pues una vez que hemos recortado el dibujo del folio donde lo teníamos, le damos una capa generosa de transfer a la cara donde está el dibujo, pero sin pasarnos, porque al darle la vuelta para pegarlo en el sitio donde queremos que vaya, si se sale el transfer de debajo del papel, luego se notará y quedará feo.
Esto último que he dicho se nota, sobre todo, cuando se hace sobre tela.
Pues aquí vemos el papel pegado en la teja al que, después de pegar, le hemos dado un masajito por todos lados para que se adhiera bien.
Lo dejaremos así durante 24 horas.
Pasado ese tiempo, cogeremos una esponja humedecida y frotaremos, sin apretar, para que vaya saliendo el papel del folio blanco y sólo quede el dibujo del reloj.
Veremos que, a medida que vamos frotando, va saliendo el papel a pegotitos mojados.
Si se seca la esponja volveremos a mojarla y escurrirla y seguiremos frontando suavemente, hasta que salga todo el papel y quede así.
Y ya, cuando esté seco, lo integraremos en el resto de la teja.
En este caso he pintado de blanco antiguo, que es el color que le he dado a todo el fondo, el cuadrado blanco que hay alrededor de la esfera, dejando más clara ésta que el fondo.
El resto del proceso lo podeis ver aquí.
